Disfunción eréctil: definición.
La disfunción eréctil es un problema de la fase de excitación sexual. Consiste en la incapacidad o dificultad para conseguir o mantener la erección. Por norma general, se considera que un hombre padece de disfunción eréctil cuando no logra alcanzar o mantener la erección el tiempo suficiente como para realizar el coito. No obstante, sólo se habla de trastorno si esta circunstancia se mantiene o repite con frecuencia y si produce ansiedad. La disfunción eréctil también se ha denominado «impotencia», aunque este término cada vez se utiliza menos (lo cual me alegra, porque lo considero un término muy negativo). Aunque es común que la disfunción eréctil se produzca con más frecuencia con la edad, debido a que tiene muchas posibles causas, también es posible que la padezcan hombres jóvenes e incluso muy jóvenes.
Causas de la disfunción eréctil:

Un problema de erección ocasional puede convertirse en un trastorno si el hombre se preocupa demasiado por ello.
La erección depende de la activación de nervios parasimpáticos (nervios pudendo y pélvico). Esto significa que para que pueda producirse es importante que el hombre se encuentre relajado. La ansiedad excesiva (que activa el sistema simpático, opuesto al parasimpático) puede inhibir o dificultar la erección, causando disfunción eréctil. Por este motivo, es frecuente que muchos hombres hayan padecido este problema alguna vez, aunque sean jóvenes.
Cualquier circunstancia que produzca un aumento de la ansiedad puede producir la pérdida o inhibición de la erección. Hay muchos miedos, por ejemplo, el temor a «ser pillado», a no ser «un buen amante», a «terminar demasiado pronto«, que causan preocupación y con ello la pérdida de erección. Estar excesivamente preocupado por el trabajo, o distraído, también pueden producirla. Otras causas muy comunes son:
- Los problemas de pareja,
- la falta de habilidades de comunicación,
- la culpabilidad,
- miedos o vergüenzas.
En algunas ocasiones, el hombre considera que esta circunstancia es una experiencia fortuita y no le da mayor importancia (lo que coloquialmente se conoce como gatillazo). En estos casos, no se trataría de un problema de disfunción eréctil, puesto que el problema de erección es ocasional y pasajero, y no tiene porqué volver a producirse.
Otras veces, sin embargo, un primer problema de erección causa un aumento de la preocupación y la ansiedad. De este modo, el problema se agrava y se mantiene en el tiempo. Es en estos casos donde podemos hablar de un trastorno o disfunción eréctil.
Tratamiento eficaz para la disfunción eréctil:
Tratamiento médico:
Ciertas condiciones médicas también pueden producir esta disfunción. Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes mellitus, el síndrome metabólico, la fimosis o ciertos problemas del tracto urinario son algunas de ellas. En los casos en que la causa es biológica, deberá ser un profesional de la medicina el que indique si hay algún tratamiento que pueda mejorar el problema. Algunos fármacos, como la Sertralina (que suele prescribirse para episodios depresivos y ansiedad) pueden producir disfunción eréctil como efecto secundario.
Tratamiento psicológico:
No obstante, cuando la causa del problema es alguna de las mencionadas en el epígrafe anterior (causas psicológicas), el problema requiere tratamiento psicológico/sexológico. La terapia cognitiva para modificar pensamientos y creencias disfuncionales que causan o agravan el problema es muy eficaz. Las técnicas de relajación para combatir la ansiedad también pueden ser muy útiles. Existen también ejercicios para realizar en casa, tanto individuales como en pareja, muy efectivos. Estas terapias también pueden servir para disminuir los síntomas y el problema de disfunción eréctil cuando el problema lo causa un fármaco, puesto que las variables psicológicas suelen mantener y agravar el problema (el fármaco causa un primer gatillazo, y la preocupación y la ansiedad que produce hace que el problema se mantenga).
La principal ventaja del tratamiento psicológico/sexológico, es que no sólo ayuda al hombre a superar su problema de disfunción eréctil, sino que le dota de las herramientas necesarias para que el problema no vuelva a producirse en el futuro (entendiendo un problema derivado de la ansiedad). Las terapias homeopáticas, tan de moda, no tienen base científica y, si en algún momento resultan efectivas, suele deberse al efecto placebo, con lo que, aunque el problema pudiera solucionarse temporalmente (básicamente por una reducción momentánea de la ansiedad producida por la ingesta del placebo), la probabilidad de que éste vuelva a ocurrir es muy elevada.